Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje

Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje

Sin duda, nos encontramos inmersos en una realidad cambiante en la que los recursos tecnológicos se encuentran, cada vez más, al alcance de todas las personas. Esto implica el acceso a grandes cantidades de información a través de la red, por lo que la forma de analizarla y apropiarnos de ella también tiene que adaptarse y evolucionar.

Hoy en día, no es necesario aprender (memorizar) grandes cantidades de información, la necesidad trascendental es “aprender a aprender”,  de hecho, esto se encuentra plasmado en el documento de la UNESCO titulado “los cuatro pilares de la educación” que junto con los otros tres: aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos; conforman los ejes sobre los cuales debe estructurarse la educación en el siglo XXI.

Bajo esta premisa la escuela evolucionó y traspasó las paredes fronterizas de un aula o escuela: ya no se aprende sólo del profesor y el alumno deja de ser un agente pasivo. 

En la modalidad a distancia, el profesor se convierte en ese guía que orienta, dirige y motiva, dejando de lado su papel protagónico como poseedor del conocimiento que transmitiría a los alumnos. Por el contrario, el alumno adquiere un papel protagónico y es el responsable de su aprendizaje, esto implica mayor responsabilidad y compromiso para consigo mismo y con su aprendizaje, implica agendar sus tiempos y actividades académicas, profesionales y personales, requiere tener objetivos claros y precisos, establecerse metas y emplear todo aquello que sea su motivación intrínseca para apropiarse de la información de manera crítica, analizarla y convertirla en conocimiento que deberá comunicar a sus compañeros para dar paso al aprendizaje colaborativo, reconociendo que los limites se los pone él mismo.

Finalmente, esta es una oportunidad para acercar el derecho a la educación a todos aquellos que puedan estar en contacto con la tecnología sin importar distancias, espacios, ocupaciones, etcétera, pero ello no implica que sea fácil o que carezca de formalidad; por el contrario, implica un gran reto y compromiso para aprender a lo largo de la vida.